miércoles, 27 de noviembre de 2019

Ciencia y violencia de género


El lunes 25 de noviembre fue el día contra el acoso hacia la mujer, de hecho, es una conmemoración que dura toda la semana. Para reconocer un tema tan importante como este, queríamos hablaros sobre los nuevos conocimientos científicos, que han ayudado a dar justicia a estas mujeres. Luchar contra el acoso hacia la mujer en una sociedad en la que las mujeres se han visto desfavorecidas en diferentes aspectos a lo largo de toda la historia, siempre ha sido un trabajo duro, pero la ciencia forense es una herramienta clave en esta lucha. Por ello hoy vamos a echar un vistazo a las técnicas que han cambiado la cara de esta lucha para siempre.


https://forensicstats.org/wp-content/uploads/2017/11/
forenisc-scientist-in-lab.jpg
La violencia de género puede tener muchas formas distintas, y por lo tanto no hay solo un método para combatirlo, pero en todos los casos la evidencia física suele ser muy importante. Este es el caso sobre todo en el abuso sexual; donde las muestras biológicas aportan mucha información.
Pero ¿qué hacen los forenses con estas muestras? El objetivo es encontrar el ADN de otra persona y así identificar al agresor, esto se hace por un tipo de prueba que se llama STR-PCR (Short Tandem Repeats – Polymerase Chain Reaction). Aunque el nombre parece muy largo, se refiere a un tipo de reacción bastante común en el mundo forense.

Cada célula de nuestro cuerpo contiene una molécula de ADN idéntica, pero cada célula también elige unos genes distintos para expresar. Otra manera de explicarlo es como si tres niños (células) jugaran con una bolsa de legos idéntica cada uno (ADN); todos crean cosas diferentes teniendo las mismas piezas de lego (genes) en la bolsa. Entre cada persona el ADN (o la bolsa utilizando la explicación anterior) es diferente, y sabemos dónde están estas regiones que suelen cambiar mucho entre personas, así que podemos compararlos a ver si dos muestras de ADN pertenecen a la misma persona.

La explicación arriba solo nos da un resumen del proceso, y nos deja con muchas preguntas. Las respuestas se encuentran enfocándonos más en las regiones que cambian mucho entre personas. Estas regiones se llaman STRs (Short Tandem Repeats – Repeticiones cortes en Tándem). Un STR es una secuencia corta del ADN que esta repetida muchas veces seguidas, y cada tipo de STR se comparte en un  5-20% de individuos. En nuestro genoma (todo el ADN de una persona), hay muchas de estas secuencias, y sabemos dónde están gracias a otras investigaciones. En la siguiente imagen se puede ver que en cada persona hay una cantidad de repeticiones distinta de la misma secuencia, y que las personas tienen más de una secuencia así.
https://biocinefilos.files.wordpress.com/2015/10/captura-de-pantalla-2015-10-31-a-las-19-52-02.png?w=589&h=262

Para utilizar los STRs de forma forense lo que hacen es comparar los sitios en que sabemos que hay una STR, en dos genomas distintos y pueden ver si tienen el mismo STR o no. PCR (mencionado arriba) es una manera de amplificar el ADN para que haya más de estas muestras para utilizar en el análisis de los STRs.

El descubrimiento de los STRs fue algo muy importante en el progreso del análisis forense, no solo por el acoso sexual, sino para otras aplicaciones. La presencia o ausencia de ADN, combinado con otro tipo de pruebas, resultan de gran ayuda en los casos de abuso sexual.

Los científicos siguen trabajando en el desarrollo de pruebas de este tipo que se puedan hacer de manera sencilla y sin muchos costes.

¡Gracias por leer esta entrada, y esperamos que hayáis aprendido con nosotros!


Bibliografía

https://forensicstats.org/wp-content/uploads/2017/11/forenisc-scientist-in-lab.jpg (imagen 1)